El hombre que sabe y sabe lo que sabe, es un sabio, ¡síguelo!.
El hombre que no sabe y sabe que no sabe, es simple, ¡enséñale!.
El hombre que sabe y no sabe que sabe, está dormido, ¡despiértalo!.
El hombre que no sabe y no sabe que no sabe, es un necio, ¡huye de él!.